Sheila
Algarra
- ¡Vamos siguiente!
Me toca.
- Deposite sobre esa caja todas sus pertenencias.
Rápido.
Que suerte he tenido, todo el mundo se
ha cambiado de fila, llegaré con tiempo para comer algo en la estación.
- ¿No entiende lo que es deposite todo?
¡Vamos!
Sobre aquel insólito mostrador metálico
he colocado mis llaves, las vueltas del desayuno de esta mañana y mi mochila.
No sé qué más quiere este señor.
- Nada, regístrale a este que no entiende
el cristiano.
Todo el mundo me mira y tiene mucha
prisa. Empiezo a entenderlo todo.
- Está limpio.
- Me jode tener que ponerme así, pero en
estos tiempos cualquiera se fía.
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